Cuantas veces habrás querido una mascota y cuantas veces se te habrá respondido “es una gran responsabilidad”. Así es, los animales no son juguetes, pero a día de hoy mucha gente los usa como tal. Gracias a las protectoras, los animales que son abandonados cuentan con techo, comida y mimos, pero no es algo sencillo. Requiere además de recursos económicos, el trabajo de los voluntarios que se ofrecen a ayudar. Para conocer más sobre estas asociaciones y su labor, hemos pasado una tarde en Bedia, donde se encuentra la protectora ASAAM.